Cada 26 de octubre se celebra el Día del Guardaparque de Mendoza, en homenaje a quienes, con entrega y convicción, protegen los ecosistemas, acompañan a las comunidades y garantizan el cumplimiento de la normativa ambiental.

El 26 de octubre de 2004, la sanción de la Ley Provincial 7291 marcó un hito en la historia ambiental de Mendoza: el reconocimiento formal del Cuerpo de Guardaparques como agrupamiento público, profesional y estratégico para la conservación del patrimonio natural y cultural. Desde entonces, cada 26 de octubre se celebra el Día del Guardaparque de Mendoza, en homenaje a quienes, con entrega y convicción, protegen los ecosistemas, acompañan a las comunidades y garantizan el cumplimiento de la normativa ambiental.

A 21 años de aquel acto fundacional, el Cuerpo de Guardaparques reafirma su identidad técnica y su compromiso con el bien común. Su labor cotidiana en la fiscalización, la educación ambiental, la atención a turistas y visitantes, la gestión de áreas protegidas y la atención de emergencias se sostiene en principios éticos que trascienden fronteras y se alinean con los valores promovidos por la Federación Internacional de Guardaparques.

“Celebrar este día es reconocer a las mujeres y hombres que, con profundo sentido de pertenencia, han hecho del cuidado de la naturaleza una forma de vida. Ser guardaparque implica asumir una vocación que combina conocimiento técnico, ética y compromiso con las generaciones futuras”, expresó el director de Áreas Protegidas, Iván Funes Pinter.

Los guardaparques de Mendoza asumen con orgullo su rol como embajadores de la naturaleza y defensores de los derechos ambientales. Su accionar se guía por valores fundamentales:

– Compromiso con la conservación: proteger el patrimonio natural y cultural por encima de cualquier interés individual o presión externa.
– Profesionalismo y excelencia: actuar con responsabilidad, integridad, humildad y compromiso con el aprendizaje continuo.
– Respeto hacia las personas y el ambiente: tratar a todas las personas con equidad, sin discriminación, y con profundo respeto por las culturas, saberes y modos de vida de las comunidades locales y pueblos originarios.
– Legalidad y transparencia: cumplir y hacer cumplir la ley con rectitud, evitando cualquier forma de corrupción, abuso o arbitrariedad.
– Colaboración y liderazgo ético: construir equipos sólidos, promover el diálogo abierto y el liderazgo con el ejemplo, inspirando confianza y participación.
– Seguridad y fortaleza: proteger la vida propia y ajena, actuar con valentía y prudencia, sosteniendo la ética incluso en contextos adversos.
“Nuestro desafío es seguir fortaleciendo un cuerpo profesional que combine la pasión con la formación continua, que inspire respeto y confianza en toda la sociedad. La conservación se construye colectivamente, en diálogo con las comunidades y con una profunda ética pública”, agregó Funes Pinter.

Este aniversario es una oportunidad para reconocer y celebrar a quienes integran y han integrado el Cuerpo de Guardaparques, y para renovar el compromiso con una conservación justa, efectiva y centrada en las personas. Celebrar el Día del Guardaparque de Mendoza es también afirmar que la defensa de la naturaleza es inseparable de la justicia, la equidad intergeneracional y la construcción de un futuro sostenible.