El hallazgo, realizado durante el 20° Censo Simultáneo de Cóndor Andino por técnicos del Ministerio de Energía y Ambiente junto a ONG especializadas, confirma la existencia de una población reproductiva activa en Mendoza y representa un hecho clave para la conservación de la especie, catalogada como “vulnerable” a nivel global y “amenazada” en Argentina.

En un trabajo interdisciplinario, el Ministerio de Energía y Ambiente descubrió un nuevo nido de cóndor andino en el Parque Provincial Tupungato. El hallazgo se produjo durante el 20° Censo Simultáneo de Cóndor Andino y estuvo a cargo del personal del Departamento de Fauna Silvestre, dependiente de la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque, junto a la Fundación S.O.S. Acción Salvaje.

Durante las tareas de observación, los técnicos detectaron a una hembra adulta permaneciendo varias horas sobre un roquedal, lo que despertó sospechas. Días después, el monitoreo confirmó la presencia del macho adulto junto al huevo, siendo luego relevado por la hembra, que asumió la incubación. Este registro constituye una evidencia fundamental: confirma la presencia de una población reproductiva activa en la provincia, un indicador de la salud ambiental y del equilibrio de los ecosistemas de alta montaña.

Un hallazgo clave para la conservación

El cóndor andino cumple un rol esencial como carroñero, evitando la proliferación de focos de infección al alimentarse de animales muertos y permitiendo el acceso a la carroña a especies más pequeñas gracias a su poderoso pico. Su reproducción en Mendoza demuestra que el ambiente ofrece alimento suficiente y condiciones adecuadas, con bajo nivel de perturbación humana.

“Este hallazgo es una gran noticia para la conservación, porque confirma que Mendoza cuenta con una población reproductiva activa de cóndores. El anidamiento es una señal de que nuestros ecosistemas ofrecen las condiciones necesarias para su supervivencia”, afirmó Ignacio Haudet, director de Biodiversidad y Ecoparque.

Por su parte, Adrián Gorrindo, jefe del Departamento de Fauna Silvestre, destacó: “La tasa reproductiva del cóndor es muy baja: una sola cría cada dos o tres años. Por eso, cada nido que se registra tiene un valor incalculable. Este hallazgo es una señal de esperanza y nos motiva a redoblar los esfuerzos de protección”.

En tanto, Luis Jácome, presidente de la Fundación Bioandina y director del Programa de Conservación Cóndor Andino, sostuvo: “La detección de este nido en Tupungato se suma a otros hallazgos previos en la provincia, como en Villavicencio. Esto demuestra que Mendoza continúa siendo un refugio vital para la especie. El trabajo articulado entre organismos provinciales y organizaciones de la sociedad civil es fundamental para garantizar el futuro del cóndor en la región”.

Investigación y monitoreo

El seguimiento del nido permitirá estudiar aspectos poco conocidos del comportamiento reproductivo de la especie, como la incubación del huevo, la alimentación del pichón y la alternancia de roles parentales. Estos datos resultan cruciales para diseñar estrategias de conservación más efectivas.

El monitoreo se realiza de manera no invasiva para evitar perturbar a la familia de cóndores, garantizando la protección del huevo y del futuro pichón. Al mismo tiempo, los censos periódicos permiten llevar un registro poblacional, detectar amenazas y localizar nuevas áreas de anidación.

Conservación en Mendoza

El Programa de Conservación del Cóndor Andino en la provincia forma parte de una estrategia integral que involucra al Ministerio de Energía y Ambiente, Programa de Santuarios del Cóndor para la Conservación de la Naturaleza (SCCN), SOS Acción Salvaje, Fundación Cullunche, Ecoparque Buenos Aires, Reserva Natural Villavicencio y Natura Argentina. El trabajo conjunto incluye censos poblacionales, monitoreos, rescates, rehabilitación y campañas de educación ambiental para sensibilizar sobre la importancia de la especie.

El hecho de que se registren nidos activos en el Parque Provincial Tupungato y en otras áreas protegidas refuerza la relevancia de estos espacios como refugios seguros para especies vulnerables. Además, cada reproducción exitosa contribuye a la recuperación de una especie que enfrenta amenazas graves, entre ellas, el envenenamiento con cebos tóxicos utilizados contra predadores como pumas y zorros.

El descubrimiento en Tupungato es una señal alentadora para la salud de los ecosistemas mendocinos y una confirmación del compromiso provincial con la protección del cóndor andino, una de las aves más emblemáticas y de mayor valor cultural y natural de Sudamérica.